lunes, 23 de abril de 2018

Recomendaciones para Migraña

La migraña, es un tipo de dolor de cabeza primario del Sistema Nervioso Central generalmente afecta un sólo lado de la cabeza, pulsatil, acompañado de luces centelleantes, pitos en los oídos, náuseas o vómitos. Es una condición crónica caracterizada por la hipersensibilidad cerebral a los estímulos lo que genera dolor. Es acompañada algunas veces de auras lo que son síntomas que avisan cuando va a dar el dolor de cabeza como hormigueo en la cara, pérdida parcial de la visión y otros que deben ser consultados con el médico para no ser confundidos. Es bajamente dañino, pero puede tener complicaciones. 

Autocuidados – evite los desencadenantes:  Cambios bruscos de temperatura. Olores fuertes ( gasolina, pinturas, ceras, perfumes, etc). Luces y sonidos demasiado intensos. Exposición prolongada bajo el sol. Mejorar los hábitos del sueño: Dormir en el día, trasnochar demasiado. Ayunos prolongados. Estrés de cualquier tipo. Evite ver mucha televisión o estar frente en pantallas luminosas por mucho tiempo.

Alimentación -  Evite las bebidas negras en general (Café, Chocolate, Gaseosas). Cualquier alimento procesado, fermentado, adobado o marinado, así como los alimentos que contengan glutamato monosódico (GMS). Productos de repostería, chocolate, nueces y productos lácteos, vainilla. Frutas (como el aguacate, las bananas y los cítricos, frutos rojos).  Las carnes que contienen nitratos, como el tocino, los perros calientes, el salami y los embutidos. Condimentados en general. El vino tinto, el queso curado, el pescado ahumado, los hígados de pollo, los higos y ciertas legumbres

Qué hacer en caso de migraña -  En el inicio de la crisis conviene buscar un sitio tranquilo y con poca luz, y tomar lo ante posible la medicación indicada por su médico. En caso de persistir los síntomas consulte por urgencias.

Signos de alarma para dolor de cabeza - Por cualquiera de las siguientes debe consultar al servicio de urgencias o reconsultar:  Cefalea súbita de comienzo agudo, insólita. Empeoramiento de la cefalea crónica. Cefalea de frecuencia o intensidad crecientes. Cefalea precipitada por esfuerzo, tos o cambios posturales.  Cefalea en edades extremas (Niños y ancianos). Aumento del dolor de cabeza o que este no disminuya con tratamiento. Visión borrosa, alteraciones visuales, perdida de la visión. Pérdida súbita de la fuerza en extremidad(es) o igual músculos de la cara. Fiebre o rigidez de nuca. Vómitos continuos. Vértigo con el dolor de cabeza. Cefalea que interrumpa el sueño. Cambios en la personalidad o pérdida del autocuidado. Cualquier tipo de dolor de cabeza en paciente oncológico o inmunodeprimido. Ante dudas mejor reconsultar.