La migraña, es un tipo de dolor de cabeza primario del Sistema Nervioso Central generalmente afecta un sólo lado de la cabeza, pulsatil, acompañado de luces centelleantes, pitos en los oídos, náuseas o vómitos. Es una condición crónica caracterizada por la hipersensibilidad cerebral a los estímulos lo que genera dolor. Es acompañada algunas veces de auras lo que son síntomas que avisan cuando va a dar el dolor de cabeza como hormigueo en la cara, pérdida parcial de la visión y otros que deben ser consultados con el médico para no ser confundidos. Es bajamente dañino, pero puede tener complicaciones.
Autocuidados – evite los
desencadenantes: Cambios bruscos de
temperatura. Olores fuertes ( gasolina, pinturas, ceras, perfumes, etc). Luces
y sonidos demasiado intensos. Exposición prolongada bajo el sol. Mejorar los
hábitos del sueño: Dormir en el día, trasnochar demasiado. Ayunos prolongados.
Estrés de cualquier tipo. Evite ver mucha televisión o estar frente en
pantallas luminosas por mucho tiempo.
Alimentación - Evite las bebidas negras en general (Café,
Chocolate, Gaseosas). Cualquier alimento procesado, fermentado, adobado o
marinado, así como los alimentos que contengan glutamato monosódico (GMS). Productos
de repostería, chocolate, nueces y productos lácteos, vainilla. Frutas (como el
aguacate, las bananas y los cítricos, frutos rojos). Las carnes que contienen nitratos, como el
tocino, los perros calientes, el salami y los embutidos. Condimentados en
general. El vino tinto, el queso curado, el pescado ahumado, los hígados de
pollo, los higos y ciertas legumbres
Qué hacer en caso de migraña -
En el inicio de la crisis conviene
buscar un sitio tranquilo y con poca luz, y tomar lo ante posible la medicación
indicada por su médico. En caso de persistir los síntomas consulte por
urgencias.
Signos de alarma para dolor de
cabeza - Por cualquiera de las siguientes debe consultar al servicio de
urgencias o reconsultar: Cefalea súbita
de comienzo agudo, insólita. Empeoramiento de la cefalea crónica. Cefalea de
frecuencia o intensidad crecientes. Cefalea precipitada por esfuerzo, tos o
cambios posturales. Cefalea en edades
extremas (Niños y ancianos). Aumento del dolor de cabeza o que este no
disminuya con tratamiento. Visión borrosa, alteraciones visuales, perdida de la
visión. Pérdida súbita de la fuerza en extremidad(es) o igual músculos de la
cara. Fiebre o rigidez de nuca. Vómitos continuos. Vértigo con el dolor de
cabeza. Cefalea que interrumpa el sueño. Cambios en la personalidad o pérdida
del autocuidado. Cualquier tipo de dolor de cabeza en paciente oncológico o
inmunodeprimido. Ante dudas mejor reconsultar.